miércoles, 25 de abril de 2012

Gente

Viste cuando decís... ¿soy una genia o soy tremenda pelotuda? ¿hice bien las cosas o me mandé la cagada de mi vida? bueno, más o menos así estoy hoy... me intriga saber cómo van a ser las cosas en un futuro, la verdad, me mata esa ignorancia, tanto como me mataba hace dos semanas, o hace un mes, o hace más en realidad. ¿Estoy feliz? obvio que sí. Esto es algo que me llena, que me hace bien hoy, que me hace sentir plena, me enorgullece. Recibo cariño, lo doy. Pero tengo miedo de que mis expectativas sean demasiado altas y lastimarme a mí misma o peor, herir a las otras personas. Porque pensá que yo confío en que nada malo me va a pasar mientras no me aleje de ellas, realmente lo siento, pero por otro lado sé que no van a poder impedir que me haga daño a mí misma, porque eso ni yo lo puedo impedir. Confusión por todos lados, presión, incertidumbre. Todavía no entiendo cómo puedo salir adelante. A veces, sinceramente me pongo a pensar: ¿cómo hago? ¿para qué lo hago? ¿por qué lo hago? y ahí es cuando me doy cuenta de la calidad de las personas que me acompañan. sólo por ellas, no me dejo caer. Porque llega un punto en el que ni te importas a vos mismo ya. todo parece igual, todo es gris. Es entonces, cuando la monotonía invade tu visión, es cuando ves algo rojo. algo celeste. algo naranja. algo verde. empezás a ver todos colores, que resaltan, que te inundan la mente por su perfección, por su hermosura, por su brillo, por su luz. Entonces es cuando decís: yo quiero ser de colores, y quiero hacer a mi mundo de colores. Quiero eliminar todo el gris de mi vida, quiero despertar de ese sueño de decepción y dejadez, y comenzar la vida devuelta. Todo gracias a esos colores que se te presentaron en el momento más justo, encendiéndote, dándote calidez, haciéndote sentir única, indispensable, útil. A todas esas personas les debo mi vida, mi día a día, mi ser entero. Y esas mismas son las personas que hoy me confunden, por las que me presiono, para con las que tengo esa incertidumbre matadora. ¿Vale la pena? sí, cada segundo, cada muestra de amor, cada palabra y cada gesto, cada lágrima derramada y cada gota de sudor. Todo vale la pena por esas personas, porque en esas personas vivo yo.

1 comentario: